Conoce a Nicolás Brunswig

Desde el exterior, mi vida profesional siempre pareció un modelo de éxito.

Trabajé en puestos directivos líderes en empresas tecnológicas multinacionales globales y fui miembro de diferentes consejos asesores. También me desempeñé como socio gerente de una consultora de TI micro-multinacional a medida que nos expandíamos en Europa y América Latina.

Si bien tenía seguridad financiera y una sólida reputación profesional, tres décadas de trabajo operativo continuo comenzaron a afectar mi bienestar. Mi entusiasmo por mi trabajo disminuyó a medida que se arraigaba un profundo sentimiento de insatisfacción. Entendí que, si quería recuperar mi sensación de plenitud, necesitaba un trabajo más gratificante, un actividad más creativa y relacional. Pero mi sabiduría convencional insistía en que no podía reinventarme profesionalmente sin más, habiendo llegado tan lejos en mi carrera profesional.

En último término, fue a través de la provocación de un buen amigo que comencé a pensar lateralmente sobre mi dilema.

Sabía que uno de mis mayores placeres siempre había sido la capacidad de ayudar a amigos, estudiantes, jóvenes profesionales y compañeros a tomar decisiones difíciles sobre sus negocios y carreras. Mi amigo sugirió que yo podría poner en práctica estas habilidades y tener un trabajo más significativo si asesoraba al tipo de ejecutivos con los que había estado trabajando, en lugar de gerenciar las operaciones de empresas.

Así fue que comencé mi Programa de Capacitación en Coaching Acreditado (ACTP) para convertirme en coach ejecutivo certificado por ICF. Mis estudios no me resultaron meramente informativos sino verdaderamente vivificantes.

Estaba aprendiendo nuevas disciplinas que me hicieron ver de otro modo cómo los seres humanos interpretamos la realidad, cómo podemos transformar nuestra capacidad de observación para descubrir nuevas perspectivas y hallar diferentes formas de comportamiento que quizás nunca antes habíamos considerado.

Me conmovió ver a los “clientes” voluntarios de mi programa comenzar a transformarse con mi apoyo como coach en formación. Al hacer las preguntas correctas de la manera correcta, estaba aprendiendo a ayudar a las personas a identificar sus propias verdades, ampliar sus posibilidades, actuar con más confianza y diseñar mejor su vida.

En 2017, completé mi certificación como Coach Ontológico Profesional y estuve listo para comenzar a atender clientes particulares.

Gracias a trabajar con una plataforma en línea, he podido trabajar con clientes de todo el mundo y he aprendido cuánto valor agrega mi carácter multicultural a sus experiencias. He asesorado en inglés, español y alemán, planteando preguntas que mis clientes pueden internalizar en su propio idioma. Mi sensibilidad global me ha ayudado a descubrir cómo desafiar sus patrones habituales de pensamiento y ayudarlos a navegar sus desafíos específicos.

Mi trabajo con clientes de distintas partes del mundo me permite aprender de primera mano que las técnicas fundamentales del cuestionamiento profundo y la escucha atenta tienen una eficacia universal a la hora de ayudar a las personas a generar su propio crecimiento constructivo.

Utilizando el enfoque ontológico, PNL, neurociencias y coaching sistémico, trabajo mis clientes de forma conjunta para encontrar sus nuevas orientaciones.

Pero, ¿tiene un impacto real a largo plazo todo el trabajo que realizan los clientes?

Un cliente lo resumió así:

Al principio pensé que el coaching haría por la mente lo que el ejercicio hace por el cuerpo: entrenas para estar más fuerte y en mejor forma. Pero una vez que dejas de hacer ejercicio, pierdes la mayor parte de lo que has logrado. Con el coaching, puedes asirte a tus logros y llevarte tus nuevas habilidades y conocimientos contigo de por vida.

Habiendo vivido en países en desarrollo, donde el desorden y la crisis son comunes, nunca me imaginé que podría brindar un servicio relacional tan valioso a profesionales de alto nivel en países del primer mundo.

Y aunque me siento honrado por eso, veo que mi entrenamiento tiene el mayor impacto cuando permito que se nutra de mis propias observaciones. Los problemas complejos exigen un discernimiento cuidadoso y compasivo de parte del coach. Es por eso que intencionalmente en mi práctica profesional hago participe mi empatía en las complejas decisiones de los ejecutivos y gerentes .

Dondequiera que comencemos, mi objetivo es ayudar a los clientes a encontrarse finalmente en el lugar donde lo profesional se cruza con lo personal y descubrir su potencial para enriquecerlos a ambos.